EL PRINCIPITO: ¿VALE LA PENA?




Haciendo honor a mi costumbre de posar mi lupa sobre películas que ya pasaron de moda, finalmente le dediqué un tiempo a ésta que formaba parte de mi lista de pendientes desde el primer momento en que me enteré de su realización.

Se trata de “El principito” (Le Petit Prince, en el original), película animada del 2015 dirigida por Mark Osborne, uno de los directores de la primera entrega de Kung Fu Panda. El guion se basa en la novela homónima de 1943 escrita por Antoine de Saint-Exúpery. Es la primera adaptación animada de este clásico de la literatura infantil y sin duda se trató de un gran desafío para la industria de la animación francesa.




Lo que tenemos aquí es una adaptación libre, donde encontramos una nueva historia que nace de la obra original sobre una niña que debe lidiar con una madre obsesiva por convertirla en un adulto formidable (según sus estándares, claro está). Posteriormente esta niña conoce a su nuevo vecino, un anciano excéntrico quien resulta ser el aviador que narra la historia en el libro. Estos dos personajes se harán amigos a pesar del desacuerdo de la madre y el anciano de a poco le va revelando detalles de la historia a la niña, siguiendo el orden cronológico de la novela.

Aquí quiero empezar con mi primer elogio: la animación; es innegable lo mucho que ha crecido la industria francesa en calidad, aunque aún deben avanzar mucho para alcanzar a los estadounidenses. Pero más allá de eso está el carácter semiótico de la composición visual, donde la animación 3D está reservada para la nueva historia; mientras que las partes del libro se aprecian en un impecable y bello stop-motion que no solamente confiere a la cinta un espíritu de teatro infantil, sino que además permite una mejor conexión con las ilustraciones de la obra original (hazaña que el 3D no hubiera podido lograr jamás y la propia película se encarga de demostrarlo hacia el final).





Por otro lado, –narrativamente hablando– el peso de la nueva historia, que es el verdadero motor en esta película, supera con fuerza a la historia del libro; lo que termina por cercenar la obra original al punto de dejarnos con las ganas a los amantes de la lectura. Pero eso no significa que la nueva historia no sea disfrutable, al contrario. Lo que rescato de ella es el gran control del ritmo de la película, un vicio con el que incluso los más grandes llegan a tropezar. El guion en sí se mantiene constante. La forma de presentar a los personajes y desarrollar el conflicto son adecuados y en su justa medida. Lo único que desentona un poco es la tercera y última parte del filme, donde encontramos un apéndice no oficial de la novela cuya propuesta quizás podría tener sentido si nuestro protagonista fuera Peter Pan, pero definitivamente no funciona con el personaje de Exúpery. Eso sin mencionar que el plot que nos catapulta a este último trayecto muta de lo angustioso a lo insustancial y sin sentido. Entiendo que esto responde a la necesidad de darle un peso dramático más contemporáneo a la historia pero ciertamente queda forzada.




Debo mencionar además que a pesar de contar con la participación del gran Hans Zimmer, la banda sonora ha quedado un poco floja. No, no digo que no sea adecuada. Es funcional y más aún con canciones que de por sí ya aportan una identidad emocional a las escenas que acompañan; pero está lejos de ser memorable. Tal vez esto se deba a la expectativa depositada en el compositor de piezas que me han hecho vibrar de emoción más de una vez, lo que evidentemente no hubiera ocurrido si se tratase de alguien de menor trayectoria.

Pero más allá de todas sus falencias, “El principito” es una película regular que bien podría servir como un nuevo canon en un hipotético universo expandido de la obra (que de por sí ya ha sufrido todo tipo de modificaciones a lo largo de las variadas adaptaciones que se le han hecho).

Usualmente una adaptación debería poder disfrutarse sin haber tenido contacto con el material original. Si bien soy gran defensor de leer primero el libro antes de ver la película, en este caso es necesaria una lectura previa de la novela para que el impacto de este filme tenga efecto; de lo contrario, muchos planteamientos de la misma se diluyen en el aire.

Finalmente, para cerrar esta reseña, convengo en que es una linda experiencia para todo aquel amante de la obra de Exúpery. No creo que alguien llegue a encontrarla sublime, pero definitivamente es otra prueba de que El Principito siempre encuentra la manera de reinventarse.




















FICHA TÉCNICA
Nombre: El Principito (Le Petit Prince, en el original)
Director: Mark Osborne
Fotografía: Kris Kapp
Montaje: Carole Kravetz Aykanian, Matt Landon
País: Francia
Año: 2015
Género: animación, fantasía
Duración: 108 minutos.
Productora: Onyx Films, Orange Studio, On Entertainment




Los dejo además con este video de curiosidades sobre la novela, a quien interese ;) 


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