“THICK AS A BRICK”, LA MAGIA DEL ROCK PROGRESIVO





So you ride yourselves over the fields, 
and you make all your animal deals,
and your wise men don't know how it feels, 
to be thick as a brick... ♪♫ 




Hace algún tiempo conocí a Jethro Tull, banda que no tardó en convertirse en mi favorita y debo decir que es lo mejor que he escuchado hasta el momento. La primera reseña que leí sobre ellos decía que estos chicos habían “reversionado el folklore escocés”; tales palabras acerca de semejante hazaña me motivaron a zambullirme en sus obras y actualmente concuerdo con esa afirmación.


Jethro Tull es fascinante, un universo melódico y singular en el que lograron fusionar diferentes géneros, migrando del jazz al terreno sinfónico y al progresivo, y más tarde, al rock folklórico. Su líder, Ian Anderson, también compositor de todos los temas de la banda, me voló la cabeza con cada disco y este pequeño espacio jamás podrá agradecerle por haber compartido ese talento magnífico con el mundo. 

Ahora, dentro de su extensa discografía es menester que me detenga a hablar sobre su álbum más conocido y, en mi opinión, el mejor de toda su carrera ya que resume casi todos los caminos de la banda en el pasado, el presente y el futuro (tomando como referencia la publicación del álbum).



“Thick as a brick” (1972) es un álbum conceptual y describe el poema que un ficticio niño prodigio le escribe a su padre, un prominente político de valores cuestionables. La peculiaridad de este álbum yace en ser una sola canción que dura cerca de 44 minutos. 


A pesar de estar dividida en dos partes (correspondientes a cada una de las caras de los discos de vinilo de la época) la composición nunca se corta. Considerando su estructura es más bien una sinfonía antes que una canción de rock, aunque los instrumentos tradicionales de este género están presentes y cooperando además con xilófonos, teclados, violines, campanas e inevitablemente, la flauta de Anderson. Esta conjunción de instrumentos resulta en un torbellino de sonidos alucinantes; sin duda la más bella cascada melódica que he tenido el placer de escuchar.


Gracias a su complejidad puedo decir que es una excelente introducción a la música de la banda ya que TAAB lo tiene todo: lo académico, lo progresivo, lo popular y lo folklórico; retratando de una manera singular la permanente batalla entre el espíritu conservador del hombre maduro (a menudo absorbido por la corrupción de la vida y su rechazo a lo nuevo) y el idealismo de la juventud (cuya experiencia no ha conocido la realidad). 

Recurriendo a la polifonía musical y literaria tanto el joven como el adulto van exponiendo sus posturas a medida que los distintos leitmotivs van desfilando y repitiéndose a lo largo de la composición. De esta manera, el contenido académico, las marchas militares y los guiños folklóricos están en representación del adulto mientras que el espectro progresivo, el jazz y la música bufa se ponen de parte del joven.

Pero TAAB es mucho más que una pieza musical esplendorosa. Nadie debería pasar de largo por ella sin dedicarle aunque sea un pequeño análisis al arte visual. 


Las cubiertas y el interior del disco fueron diseñados imitando un diario de un pequeño pueblo, el “St. Cleve Chronicle & Linwell Advertiser”, en el cual se incluyen diversas noticias y pasatiempos típicos de un diario. La noticia de la primera plana cuenta como Gerald Bostock, de ocho años y autor del poema -y apodado Little Milton (en homenaje al poeta inglés John Milton, autor de "El paraíso perdido")- ha recibido un premio por su obra literaria, premio que le sería revocado posteriormente después de que el pequeño usase una palabra malsonante durante la emisión de un programa televisivo. 


Además, el diario presenta el poema completo de Bostock (es decir, la letra de la canción) y una nota en la que se explica que una banda local (Jethro Tull) ha decidido usarlo como la pieza principal de su nuevo álbum. Esta característica de expandir y complementar el concepto de la obra -incluso con elementos que no son mencionados dentro de la composición- está también presente en otros trabajos de la banda y es común en los álbumes conceptuales de la época. 


Por supuesto tanto la letra del disco, la historia de Gerald Bostock como las noticias que giran en torno a su figura no son más que pura invención de Anderson y la banda (aclaro, por las dudas).


De todo lo que se pueda decir, mi último calificativo –y como broche de oro a este pequeño homenaje– es decirles que para mi TAAB es mágico, música que me hace sentir como un niño sin olvidar que estoy escuchando un trabajo superior al clásico rock que tanto me fascina; una composición que no me canso de escuchar y en la que siempre estoy descubriendo algo nuevo. Así que les invito a escuchar esta sublime pieza musical, admirable ejemplar de la destreza y el talento creativo de Ian Anderson y la potencia de Jethro Tull en el mejor momento de su carrera.


Para retirarme, les dejo unas buenas imágenes de los espectáculos que brindaban estos chicos :)










Les dejo además la versión completa de TAAB, con subtitulos en español (para que no se pierdan de nada), no es la mejor traducción que hay pero les va a dar una idea de lo genial que es el poema de Gerald Bostock. OJO, tienen que activar los subtitulos.




Y por si acaso no tienen tiempo de ver la versión completa les dejo esta versión en vivo de solo 13:30 minutos. Si les gusta entonces les invito a escuchar la versión completa que obviamente tiene más cosas :)




Y eso ha sido todo, muchas gracias por haber llegado hasta acá. Nos vemos la próxima :D

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL CADÁVER DE LA NOVIA Y LA MAGIA DEL CONTRASTE | ANÁLISIS

“THE GRAND BUDAPEST HOTEL”, CUANDO LA COMEDIA ES MÁGICA

“3 IDIOTAS”, FILOSOFÍA PARA LA UNIVERSIDAD Y LA VIDA